Pocas cosas han sido tan llamativas como el renacimiento de Capcom.
El desarrollador japonés, que se vio a sí mismo perder credibilidad y la mayor parte de su posición financiera. Tras la transición a las consolas next gen, vuelve a rugir fuerte en la segunda mitad de esta generación. Con juegos como Resident Evil 7, Devil May Cry 5, Monster Hunter World y, por supuesto, el excelente remake de Resident Evil 2, que nos muestra por qué Capcom solía ser una potencia en el sector de los videojuegos.
Sin embargo, este éxito, especialmente con los juegos de Resident Evil, puede haber enviado una señal incorrecta a Capcom, al menos en cierta medida. Capcom ha declarado que les gustaría lanzar un juego de Resident Evil al año. La primera vez que vimos esta estrategia en acción fue con el remake de Resident Evil 3. El cuál se desarrolló en tan solo un año después del remake de Resident Evil 2. Sin duda es una especie de prueba de fuego para el deseo de Capcom para su saga estelar. Y las primeras impresiones no son las más alentadoras.
S.T.A.R.S.E Quietos!
Ahora, para ser francos, Resident Evil 3 Remake está … bien. Es bueno. No es un mal juego para nada. Solo deja un mal sabor si lo comparamos con RE2 Remake. Y sobre todo cuando lo comparamos con su original en la PS1. Aún no sabemos cómo será recompensado todo este esfuerzo de esa nueva versión de Resident Evil 3. El juego ha estado en desarrollo durante años, y tuvo un ciclo de desarrollo mucho más fluido que su antecesor. Sin embargo parece que los fans están sintiendo una ligera saturación de una saga que tanto tiempo se consideraba «no muerta«.
Los mayores éxitos, de Resident Evil como franquicia, provienen de los desarrolladores que se tomaron su tiempo e intentaron experimentar con lo que pueden hacer con la serie. Con el anuncio de un nuevo lanzamiento anual, pase lo que pase, Capcom corre el riesgo de caer en la misma trampa que atrapó a Assassin’s Creed, Call of Duty y Pokemon; en algún momento, debe comenzar a comprometerse la calidad con el contenido. Si quieren cumplir con esa intención concreta, es casi imposible no flaquear en cuánto a calidad se refiere.
Las prisas nunca fueron buenas
Esto es algo que Ubisoft aprendió a base de golpes duros. Ya que la presión de lanzar un nuevo juego de Assassin’s Creed al año se volvió inmanejable y causó casi el declive de la saga y que llegara a un punto muerto con Assassin’s Creed Unity. Fue justo después del fracaso de Unity cuando decidieron hacer un «parón de conciencia»; tomandose el tiempo necesario para trabajar en estos juegos, en lugar de tener un requisito arbitrario de «un lanzamiento al año». Calidad ante cantidad.
Mientras tanto, la saga Pokémon también se ha visto con una disminución de calidad en sus recientes entregas de los últimos años. Y aunque Espada y Escudo fueron buenos juegos, que vendieron una cantidad récord de copias, la gran cantidad de compromisos que tuvieron que hacer para lanzar el juego a tiempo, ha causado ha causado un gran descontento entre los fans.
Si bien aún no está claro si Game Freak se retirará de «lanzamiento anual» (El cuál parece insostenible para Pokémon ahora) al menos, han decidido retirarse este año, lo que, nuevamente, indica que pueden haber aprendido de esta experiencia negativa.
Por cierto, Ubisoft es una compañía que cuenta con decenas de miles de desarrolladores que trabajan en sus juegos (se puede observar en los créditos de cualquier juego de Assassin’s Creed). Pokemon en cambio es la franquicia de videojuegos mas grande del mundo y con más recursos disponibles . Si incluso ellos han tenido problemas para mantener una cadencia de lanzamiento anual, entonces Capcom, un editor y desarrollador mucho más pequeño, con franquicias que, aunque amadas, ni siquiera tan grandes como esas dos, no se puede esperar que mantengan la calidad al lanzar un nuevo juego al año. Talentosos como son, eso es simplemente una expectativa irracional.
Los juegos requieren demasiado tiempo y recursos para que ese tipo de salida no sea posible. Incluso Activision tuvo que centrar prácticamente todos sus estudios en Call of Duty para asegurarse de que pudieran tener un juego al año en esta generación.
El camino hasta ahora…
Así que, lo mejor para Capcom sería reducir la velocidad con su producción, al menos en lo que respecta a Resident Evil. Una gran razón por la cual el resurgir de Capcom ha sido tan emocionante como lo ha sido es porque cada uno de sus lanzamientos fue un evento tremendo: Resident Evil 7 fue el primer juego de la serie en años.
Monster Hunter World fue el primer juego de la serie en llegar a las consolas en más de media década. Devil May Cry 5 fue el primer juego de la serie en lanzarse en 8 años. Mega Man 11 trajo de vuelta una franquicia que había estado en pausa durante casi una década con estilo. Y Resident Evil 2 fue el primer juego principal de Resident Evil en tercera persona en mucho tiempo. Y también fue un remake que la gente había estado esperando desde el remake original de Resident Evil a principios de la década de 2000.
Esa novedad se pierde cuando lanzas un nuevo juego en tu franquicia cada año. Y los tipos de riesgos y cambios de paradigma que hicieron que juegos como Resident Evil 7 fueran tan apreciados, eran simplemente imposibles con ese tipo de calendario de lanzamiento. Si tienes que lanzar un juego todos los años, necesitarás compartir activos, motor gráfico y tecnología para ahorrar tiempo. Y eso significa que simplemente no tienes los medios para intentar experimentar cosas nuevas e implementarlas para que funcionen bien.
Opinión personal
En general, estoy (personalmente) en contra de los lanzamientos anuales de videojuegos, y estoy muy contento de que Assassin’s Creed se haya alejado de ese tipo de cadencia en los últimos años. Solo puedo esperar que Capcom reciba el mensaje antes de que tengan su propio «momento Unity»: Resident Evil es demasiado bueno para tener otro «crash» estilo Resident Evil 6, después de todo lo que han logrado.
Nota: Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no representan necesariamente las opiniones de Área Xbox como organización, y no deben atribuirse a ellas.